domingo, agosto 14, 2005

So what


So What de Miles Davis sonando a todo trapo, mientras escribo en Y si no, no.
Sería algo así como: Asi que, qué. Corregidme si me equivoco.
Más problemas tengo al traducir Y si no, no. ¿Por ejemplo: "And if no, no"? Ayudadme.
A mi derecha, esa Mona Lisa con bigote y perilla que desacralizó mi tío abuelo Marcel Duchamp. ¿Veis el L.H.O.O.Q. que pintó al pie? Se lee literalmente en francés: (Elle. Hache.O.O.Q) "Elle a chaud au cu". Lo traduciríamos por "Ella tiene el culo caliente". Pero el significado es: "Ella está cachonda".
Puede ocurrir que nos acusen de traducción libérrima -a no ser que la versión al español nos la haya encargado editorial Lucinda- de forma que si es para Alfaguara, lo más correcto sería: "Ella está caliente".
Pero, ¡oh paradoja del traduttore-traditore! si queremos ser fieles al francés, (tarea heroíca, ¡pardiez! cuando es bien sabido que el francés es un infiel) deberíamos versionar más libremente y dar rienda suelta a nuestra hispánica rotundidad. "Tiene el coño caliente". Tened en cuenta, amados ponentes, que el francés es dado a confundir, otrosí otorgar el mismo significado al coño que al culo. Así, la chatte se podría intercambiar aquí por le cu. Dicho de otra manera en asuntos de furor interino, el francés es ambivalente en su percepción del organo más caliente, bien al contrario del español que distingue muy claramente el culo del coño.
Esta digresión me lleva, por insondables vericuetos, a una leve observación: cuando el francés apoda al organo reproductor femenino chatte (gata), el español lo apoda conejo (lapin). Lo relacionaremos todo inmediatamente evocando el hispánico refrán Me han dado gato por liebre. Seguro que este alarde semántico hubiera hecho las delicias de mi tío abuelo Marcel. En su ausencia, anoto esta paradoja en mi constante búsqueda de la Gran Unificación, a la espera de vuestras aportaciones y comentarios, y con la certeza de que los gatos/as de la receta anterior, la chatte (gata) de La Gioconda y el gato de Schrödinger están sumergidos en esa sopa de bosones que es el último objeto del deseo de los físicos cuánticos, en su busqueda del Gran atractor.

Post Scriptum: Se me antoja que la venta de camisetas -objeto muy en boga hoy en día- con las efigies de la Gioconda de Marcel Duchamp, los gatitos en la caldereta y el gato de Schrödinger podría reportar a los colaboradores de "Y si no, no" pingües beneficios. Acepto propuestas.