Falacia gratuita para el que la quiera.

La siguiente página http://www.cdc.gov/spanish/, pertenece al Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense. En ella podréis encontrar información sobre el conocido Ántrax, la peste o el cólera, así como los datos necesarios para prevenir dichas enfermedades. Agentes del terrorismo biológico, así lo llaman ellos. Supongo que introduciendo estas tres palabras clave en Google, os saldrán muchas más cosas interesantes, pero lo cierto es que la página del CDC es para no perdérsela.
Lo que en ella se dice es del tipo de: “Peste pulmonar: Esta peste es una enfermedad infecciosa que afecta tanto a animales como a seres humanos. Es causada por la bacteria Yersinia pestis, que se encuentra en los roedores y sus pulgas, en muchas partes del mundo, incluso en los Estados Unidos.” O más bien del tipo de: “El ántrax como arma. El ántrax también puede utilizarse como arma. Esto ocurrió en los Estados Unidos en el 2001, cuando el ántrax fue propagado en forma deliberada por medio del envío de cartas con polvo que contenía ántrax. Esto causó 22 casos de infección por ántrax.”
Y es que en sus televisores no se ven tetas, pero les encantan los tiroteos. Viven asustados por el terrorismo que atenta contra sus vidas cada día, pero no ponen pegas a la hora de meterse en el estómago sus grasientas y mortales hamburguesas. Les da mucho miedo la amenaza del extranjero, pero no les importa que en la gran mayoría de sus estados sea lícita la venta de armas, y mucho peor, les da lo mismo que el pirado de su vecino tenga una colgada en el salón de su casa. No pueden ver a sus soldados muertos por la tele porque atenta contra su sensibilidad, pero se les relata con entusiasmo cuántas son las enfermedades que pueden contraer gracias a los inminentes ataques del terrorismo biológico.
Están podridos de miedo, y no me extraña. Viven en una sociedad que estaba podrida antes de ser social. No saben nada que hayan sacado de sus propios adentros y es normal, hasta la carne se les da de antemano masticada. ¿Cómo es posible? Dios mío, tanta gente aborregada. ¿Son borregos sólo por el hecho de haber nacido allí? ¿Son borregos porque en sus colegios, desde pequeños, les dicen lo que quieren oír?
Su presidente les mantiene continuamente en alerta máxima por amenaza terrorista. Y se lo creen. Se lo creen todo casi todos. Muy pocos se ríen de su miseria de vida porque les han hecho creer que esa miseria es oro molido. Bueno, es posible, pero pensaba que nadie era tan tonto, al menos no durante tanto tiempo como para no ver que son la carne picada de esa “cosa” que comen a diario. Nunca he tenido tan claro el concepto de engaño. Cuando pienso en ellos, en sus vidas, en su patriotismo y en su país, se me revuelven las tripas. Desde mi punto de vista, su realidad está tan muerta como un gato atropellado en la cuneta de la última carretera. No se dan cuenta, no quieren ver. Yo mientras tanto, miro desde mi existencia la suya propia y me río, lloro y grito. Lo hago, pero no sin saber que estoy delante de la televisión, viendo otra producción típica estadounidense. Todos creen que viven en Hollywood y lo malo es que yo he estado a punto de creerlo también.